Un avance es un instrumento de planeamiento que tiene como fin fijar unas bases ciertas y aceptadas en principio, facilitando así la tramitación del plan.
Ciertamente reviste carácter potestativo, aunque no deja de ser un acto de puro trámite que solo sirve para ilustrar la voluntad administrativa y que puede plasmarse más tarde (o no plasmarse) en instrumentos de planeamientos que llegados a su trámite definitivo pueden ser impugnados por los interesados.
Se trata de un proyecto de plan, que como tal, solo tiene el valor de un estudio y que, por lo mismo que no afecta a los derechos e intereses de los particulares, no puede ser impugnado, es decir, los avances no pueden impugnarse de manera autónoma, sin perjuicio de las propuestas o sugerencias que se pudieran plantear.
En definitiva la finalidad de los avances es puramente interna y preparatoria del planeamiento y, a diferencia de los planes, no tiene carácter normativo, pudiendo el Ayuntamiento recoger el contenido del avance en todo o en parte, o bien modificarlo.
Los avances de planeamiento están íntimamente relacionados con la participación ciudadana y ello debido a la trascendencia de la elección del modelo urbanístico que se pretende para la ciudad, de manera que existe un periodo de exposición al público de los trabajos de al menos 30 días, que en caso de Ronda se ha ampliado en principio hasta los 90, en los que ciudadanos, colectivos, profesionales, etc, podrán realizar sus propuestas y sugerencias.
